Durante el procesamiento de la leche en polvo de leche, suero en polvo o lactosa, las partículas metálicas a veces terminan en el flujo de producto. Esto ocurre durante el bombeo de la leche o se debe a los restos que quedan como resultado de tareas de mantenimiento. A veces, las partículas se desprenden como resultado de la corrosión, por ejemplo, debido a cambios de temperatura en la secadora por pulverización. Una entrada de materiales contaminada o el desgaste de la máquina también pueden causar contaminación metálica en la leche en polvo y los lácteos.
Si no se retiran estas piezas metálicas no deseadas a tiempo, se reduce la calidad del producto final y se producen reclamaciones por daños y retiradas de productos.
Los sistemas magnéticos Goudsmit están especialmente diseñados para los altos requisitos de higiene exigidos por la industria láctea. Presentan una forma redondeada con un acabado suave. Debido a la presencia de un extractor (semi)automático, las piezas metálicas atrapadas se pueden retirar rápida y fácilmente.
Las partículas metálicas de la leche en polvo son tan pequeñas que un detector de metales no puede verlas. Goudsmit suministra potentes separadores magnéticos capaces de capturar estas pequeñas partículas de unos 30 µm. Estos separadores contienen barras magnéticas que tienen un campo magnético pequeño pero muy intensivo. Separan las partículas de metal más finas de los productos lácteos en polvo.
